El bloque 2 de la asignatura Lengua Española I se ha dedicado íntegramente a la presentación de dos disciplinas que se encargan de la comprensión del sistema de sonidos del español: la fonología y la fonética. La fonología se encarga de establecer el inventario de fonemas de una lengua en relación con sus diferencias y funciones, mientras que la fonética analiza las realizaciones concretas de los sonidos y los contextos en los que estos ocurren (apuntes de la asignatura). Será precisamente esta segunda disciplina en la que nos detendremos a continuación, al centrarse en el estudio de las características articulatorias, acústicas y fisiológicas propias de los hablantes; se dedica esta disciplina al estudio de las realizaciones concretas de los sonidos y los contextos en los que estos ocurren. El pasado 2 de diciembre asistimos a una conferencia de Sheila Queralt en las III Jornadas de Empleabilidad que se celebran en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá durante este curso académico, titulada "la profesión del lingüista forense". Sheila Queralt es una lingüista forense que se dedica a realizar perfiles lingüísticos, análisis del discurso, la interpretación de cláusulas o la detección de plagio, según se puede leer en su página de la Wikipedia; ejerce como perito en lingüística forense en el laboratorio SQ-Lingüistas Forenses de Barcelona, que se fundó en 2017. La Lingüística forense es una disciplina dentro de la Lingüística Aplicada que se encarga de analizar las relaciones que mantiene la lengua con el ámbito judicial y legal. En la conferencia que impartió en la Universidad de Alcalá la lingüista expuso cómo el conocimiento sobre el uso y el análisis de la lengua puede aplicarse a la resolución de investigaciones judiciales o policiales; expuso casos policiales en los que ha sido requerida por la justicia para que elabore un informe pericial lingüístico que permita ayudar a identificar diferentes aspectos del lenguaje de la persona investigada. En su blog “Por la boca muere el malo” (https://www.archiletras.com/blogs/), Sheila Queralt expone aquellos casos en los que sus análisis lingüísticos de la lengua contribuyen a cazar delincuentes, según sus propias palabras. En una entrevista que realizaron a esta lingüista en el periódico El Confidencial por la publicación de su libro Atrapados por la lengua (Larousse, 2021) titulada “Las palabras inculparon al asesino; así trabaja una lingüista forense” (https://www.elconfidencial.com/cultura/2021-01-25/entrevista-a-sheila-queralt-forense-lunguista_2912884/), Queralt afirmaba "Nuestro laboratorio [SQ-Lingüistas forenses] es privado y nos contrata la Policía o el Agente Judicial nos contrata de manera externa. Pero también hay cuerpos policiales, como el laboratorio de fonética acústica de la Policía Nacional, que te analiza las muestras de voz, y que tiene su propio laboratorio y que llevan desde el 87 o así. En el caso de las muestras textuales las analizamos nosotros". El análisis de la voz que lleva a cabo la Policía Nacional corresponde a la Fonética forense, disciplina más relacionada con los contenidos de nuestra asignatura. La profesora de lingüística de la UNED Eugenia San Segundo explica en qué consiste esta disciplina en un podcast de la Cadena Ser titulado “Una voz da pistas sobre muchas cosas”: qué es la fonética forense y cómo puede influir en un proceso judicial (21-04-2022, https://cadenaser.com/2022/04/21/una-voz-da-pistas-sobre-muchas-cosas-que-es-la-fonetica-forense-y-como-puede-influir-en-un-proceso-judicial/). Explica que “la fonética forense es la rama de la lingüística que aplica los conceptos de la fonética a la resolución de delitos. (…) Una voz da pistas de muchas cosas como el sexo, la edad aproximada, la variedad dialectal, el sociolecto, o el estado general de salud”. El área de Acústica forense de la Policía Nacional lleva a cabo estudios que permiten determinar el pasaporte vocal del sospechoso a partir de audios grabados. Los avances que hoy en día se han producido en la elaboración de software de análisis del habla ayudan a encontrar una huella biométrica en la voz de cada hablante que permite identificarle. Estos análisis pueden utilizarse como pruebas en los juicios; sin embargo, no presentan un grado de certeza absoluto puesto que la voz humana es muy variable.
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En esta entrada vamos a presentar el análisis fonético de una palabra utilizando el programa Praat. Este programa ha sido diseñado para llevar a cabo investigaciones en fonética y facilitar el análisis de la voz.
La palabra que hemos elegido para su estudio es “educación”. Está formada por 9 letras que, por sus características, las diferenciaremos en el espectrograma. Debido a la acústica a la hora de grabar la palabra, los silencios no aparecen blancos en su totalidad y tampoco se aprecia claramente la presencia de la sílaba tónica. Para saber distinguir las vocales hay que centrarse en sus formantes, ya que el primer formante es inversamente proporcional a la altura de la lengua, mientras que el segundo es proporcional a la anterioridad de la vocal. Además, las vocales presentan tonos más oscuros en el espectrograma y poseen banda de sonoridad en la parte inferior. La primera letra es la “e”, siendo una vocal media, anterior, no redondeada. Teniendo en cuenta sus formantes, su primer formante es el segundo más bajo y el segundo, el segundo más alto. Por ello, en función de la distancia de separación entre los formantes, deducimos que estamos ante esa vocal. A continuación, va la “d”, consonante sonora, dental y fricativa. Una característica de las consonantes fricativas es la distribución dispersa de la energía en la parte alta del espectrograma, así como la onda sonora no repetitiva y aperiódica. La “u” es una vocal alta, posterior, redondeada que tiene su primer formante más bajo, al igual que el segundo. Esto hará que la distancia entre los formantes sea la menor entre las vocales. La “k” es una consonante velar, oclusiva, sorda y por ello no presenta banda de sonoridad en la parte inferior. Teniendo en cuenta que es oclusiva, sabemos que, en el momento de la articulación, los órganos articulatorios están completamente bloqueados por lo que se produce un silencio apreciable en el espectrograma. Además, finalizará con la explosión del sonido, apareciendo una franja vertical más oscura. La siguiente vocal es la “a”, siendo una vocal baja, central, no redondeada que tiene el primer formante más alto y el segundo adquiere una posición intermedia. La letra “c” corresponde en este contexto fónico al fonema /θ/ al ir acompañado de la vocal “i”; es una consonante fricativa, interdental, sorda por lo que no hay banda de sonoridad inferior y al ser fricativa, la energía está dispersa en la parte alta del espectrograma. Encontramos a continuación un diptongo creciente formado por una vocal cerrada o fuerte, seguida de una abierta, es por ello que la “i” hace la función de una semiconsonante (“j”). Aunque haga la función de semiconsonante, los formantes se corresponden con los de una “i” normal siendo su primer formante el más bajo y el segundo el más alto. La “o” es una vocal media, posterior, redondeada que, a su vez, se corresponde con la vocal tónica de la palabra. Su primer formante está a un nivel intermedio mientras que el segundo es el cuarto más bajo. En último lugar está la consonante “n”, que es alveolar, nasal y sonora, presentando así banda de sonoridad en la parte inferior. Por ser una nasal los formantes son parecidos a las vocales, pero con un menor grado de intensidad. |
Beatriz Aceta FernándezEstudiante del Doble Grado en Humanidades y Magisterio en Educación Primaria en la Universidad de Alcalá Archivos |